Este espejo de pared destaca por su armoniosa composición que combina geometría suave y materiales de alta calidad. Está formado por dos espejos de forma cuadrada con esquinas redondeadas, acompañados de una pieza central vertical de vidrio texturizado en color ámbar con bordes curvos, creando un equilibrio entre contraste y calidez. El marco metálico en oro envejecido aporta un toque de elegancia atemporal y sofisticación, convirtiendo a esta pieza en una opción versátil para espacios residenciales y comerciales. Perfecto para salones, comedores, zonas de recepción o escaparates de diseño, ofrece un impacto visual distintivo sin perder funcionalidad.
Dimensiones: 126x5x82CM